domingo, 22 de agosto de 2010

A veces, cuando me aburro, cuando pienso en mi vida, en lo que me rodea, cuando estoy a solas con el silencio, suelo preguntarme por qué nos empeñamos en complicarnos tanto la vida. Muchas de esas veces me planteo por qué nos ponemos cadenas a nosotros mismos. Siempre echamos la culpa a la sociedad y al ritmo de vida de atarnos, de impedirnos ser tan libres como deseamos, pero, ¿quién nos pone las barreras en realidad?¿Estamos tan atados como decimos?¿O nos ponemos barreras a nosotros mismos sin darnos cuenta? Decimos que no tenemos tiempo para dedicarnos a eso que "nos gusta", que no somos capaces de ser como realmente somos, que no nos expresamos ta y como nos gustaría....¿De verdad nos falta tanto tiempo?Y si no somos capaces de ser como realmente somos, ¿por qué?¿Por qué cuando tenemos un "te quiero" reventándonos el pecho no lo decimos?¿Tanto cuesta decir "te necesito" cuando estamos débiles? Nos pasamos demasiado tiempo pensando en lo que pudo ser y no fue y si mañana pasará esto o lo otro. Yo no creo en eso de "carpe diem" porque creo que hay que tener cuidado con lo que se hace hoy por lo que pueda repercutir en el mañana, pero también creo que no debemos agobiarnos tanto ni intentar controlar tanto lo que pueda suceder en un futuro, que vivamos el dia a dia, porque a veces pasan por delante de nosotros personas increíbles o experiencias que solo vamos a poder apreciar y disfrutar 100% si somos capaces de vivir en el presente y querer exprimir todo al máximo.

sábado, 21 de agosto de 2010


Muchas veces, cuando todo es difícil, ,cuando todo se nos hace cuesta arriba, pensamos y deseamos volver al pasado para poder cambiar esas cosas que hemos hecho o nos han pasado y que nos han hecho daño, pero sabes? Sin cada uno de los segundos de nuestras vidas, ninguno seríamos lo que somos, porque tanto las cosas buenas como las malas nos pasan por algo, sea justo o no, pero cada milesima de segundo de nuestra vida nos ha ido condicionando a ser quienes somos, a comportarnos como nos comportamos, a pensar de una manera, a ver el mundo desde nuestro propio punto de vista, a sentir de la forma tan especial que sentimos cada uno, a relacionarnos como nos relacionamos, nuestras reacciones, expresiones, impresiones...TODO.
Al menos yo, no quiero que ningun segundo de mi vida cambie, sea bueno o malo, me haya hecho reir, llorar, disfrutar o sufrir, porque gracias a todos esos momentos soy como soy, y no me arrepiento de ser así, porque si hay algo que nunca nadie nos va a quitar es nuestra propia personalidad, eso que nos hace destacar del resto, eso que nos hace ser especial, y no hay nada más especial que ser uno mismo. Y si en un pasado, o incluso hoy mismo hemos cometido un error, más error es querer desacerlo, solo podemos seguir adelante, pedir perdon si hemos hecho daño y seguir, estar orgullosos de nosotros mismos. Aquellas cosas que nos hagan sufrir, eso, nos hace aprender, aprender de hasta donde podemos llegar y con quien, en quien podemos confiar y hasta donde. Pero sobre todo nos hace ser fuertes, nos hace aprender a llevar la cabeza alta y saber perdonar, pedir perdón, ser orgullosos cuando tenemos que serlo pero tragarnos ese orgullo cuando sea necesario.
Hay una cosa que me ha enseñado la vida, y es tener el suficiente cuidado de saber de quien fiarnos, pero también tener la suficiente confianza de saber apreciar lo que tenemos, de muchas veces dejar de pensar en el futuro y pensar en el presente porque hay personas que solo van a estar en el presente, que en un futuro no sabremos que será de ellas y pueden ser personas que nos marquen para siempre, que nos hagan disfrutar de la vida como nadie, razonar como nadie, sentir como nadie mas lo hace y eso es lo que hace que la vida merezca la pena, que merezca la pena luchar por lo que se quiere, por lo que se desea, porque algunos trenes solo se paran 2 minutos en la estación, y algunos ni si quiera eso.
Pero de lo que nunca me voy a  arrepentir es de querer a alguien, de tener ese sentimiento mi corazón, por mucho que eso me haga llorar, me haga rayarme, me haga pensar en muchas ocasiones que soy insignificante, que nada valga la pena y por mucho que desde que empiezo a amar a una persona sepa que es 100% imposible quererla, se que va a ser 100% imposible amarla, pero es uno de los sentimientos mas maravillosos y por suerte o por desgracia el que no podemos controlar y el que nos hace emocionarnos cuando somos capaces de sentirlo, cuando oimos una cancion y pensamos en esa persona, cuando cada vez que la ves algo dentro de ti te dice que no quieres que desaparezca de tu lado, que cada vez que te mira a los ojos, por dentro le estas pidiendo que no deje de hacerlo y que aunk quiera apartar la mirada, no lo hago porque se que cada una de ellas vale oro.
Todo esto me ha hecho aprender que nunca hay que dejar que ese sentimiento se muera dentro de nosotros, que hay que tener el suficiente valor, por mucho que las cosas puedan cambiar, por mucho que a esa persona la puedas perder, de decirle que es la persona a la que mas deseas, la persona a la que quieres con todo tu corazon, y la persona a la que aunque de lejos, quieres cuidar y proteger porque para ti es lo más importante.
Y que esto, de verdad, merezca la pena. Porque no hay nada más importante que sentir que le importas a alguien.