viernes, 29 de octubre de 2010

"El diario de Noa"

El mejor tipo de amor, es aquel que despierta el alma y nos hace aspirar a más, nos enciende el corazón y nos trae paz a la mente. Eso es lo que tu me has dado y lo que yo esperaba darte siempre.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Y...

Y verle, y olerle, y sentirle, y tocarle, y escucharle respirar, y sentirle palpitar, y que me mire con deseo, y susurrarle al oído y notar su calor, y estar protegida por sus brazos, y no atreverme a soltarle, y que me abrigue, y poder desearle, y poder amarle...

Aquello que escribí un día de campamento...


25 julio de 2010.
Tres días como esto son la mejor medicina para cualquier tipo de problema, rayada o duda con una misma. en estos 3 días, sin preguntármelo directamente, me he encontrado a mi misma, hasta ahora nunca había encontrado mi sitio, ni mi por qué existir, ni mi función, ni mi motivación, ni mi capacidad, nada. Hoy, tras tres días perdida en la soledad de la montaña en compañía de 70 y pico personas, creo que mi sitio está entre la gente que me quiere y me necesita, junto a aquellos a los que yo necesito como en los lugares en los que me siento libre y segura; mi por qué existir, creo que es poder crecer cada día un poquito más como persona, aprender de cada error sobre todo para no herir a nadie, para no herirme a mi misma y también poder aprender cada día de la vida y de sus obstáculos para no quedarme en el primero ni en ninguno; mi función creo que es dar o mejor de mi en cada momento y ayudar a quien me necesita, aunque yo necesite más ayuda que esa persona, porque ayudar a alguien, es ayudarse a uno mismo; mi motivación, es lo que más claro tengo, y es tan simple como querer ver siempre bien a aquellos a quienes quiero y querer aceptar y querer a los demás sin condiciones y sin peros, y hacer todo lo que esté en mi mano para que si de mi dependiera, todos los de mi alrededor llevaran una sonrisa de oreja a oreja y el corazón feliz; y por último, creo que mi capacidad es la que yo me proponga siempre y cuando lo intente con todo mi empeño, con toda mi fuerza, con toda mi fe y nunca quedarme en el intento.
Otra cosa que me ha enseñado la montaña, el compartir con aquellos con los que se convive y ayudar al que no puede, es a que no hay nada que más me llene que creer en mi misma y quererme, sabiendo que eso no significa prepotencia ni orgullo, sino madurez y capacidad de querer mucho más a cualquier persona siempre y cuando me deje y de esa manera, poder sentirme bien conmigo misma, ser feliz con lo que hago.
Y es en estos momentos en los que ademas de las personas que en ese momento te rodean, te acuerdas de todos aquellos que te esperan en Madrid, que también te quieren, que te echan de menos, o que simplemente les hace ilusión volver a verte después de 15 días.

domingo, 3 de octubre de 2010

La razón gana al corazón...

Esta tarde, sentada en mi cama, leyendo un tema del que me examino mañana, solo pienso en ti, solo se que me importas tu.
Por eso a penas hablo cuando me preguntas que tal, no soy capaz de pronunciar más de dos palabras seguidas sin temblar. Por eso algún día parecí tonta cuando me hacías hablar delante de todos. Siempre me dijiste :”eres buena” pero también me decías: “hay algo que se puede mejorar, pierde tu miedo y serás la perfección”. Ojalá supieras que mi mayor miedo eres tú, que cuando te veo me pongo nerviosa y me sudan las manos. Tú me repites una y otra vez que no pasa nada, que esté tranquila, pero no puedo.
No puedo estar tranquila cuando cada vez que pasas, sea donde sea, solo espero que me dediques una mirada, aunque solo sea de una milésima de segundo, porque esa milésima de segundo, me hace saber que existo, que para ti existo. A veces me tiras un beso y todo, se que me aprecias, se que me quieres, pero nunca será como yo quiero. Te tengo, lo sé, eso es importante.
Me hace feliz recordar que algún día tu contaste conmigo, que algún día fui un apoyo para ti, mas ahora eso solo incrementa mi tristeza y mi dolor al pensar y confirmar, que ya nada es así.
Cada vez que te veo sonreir, o hablar, yo imagino tus labios besándome a mi. Cuando te veo escribir, abrazar o simplemente gesticular con las manos, yo me las imagino recorriendo mi cuerpo.
Nunca pude llorar por ti, nunca quise ser como todas las mujeres son, que cuando el miedo las acobarda lloran, yo no lo hago, yo huyo y me escondo, eso me convierte en alguien más cobarde aún.
Pero ahora, ahora que no puedo abrazarte cada vez que lo necesito y que no puedo decirte que te quiero, ni que me importas, que no puedo contarte que tengo miedo, ahora si, ahora si que lloro cuando el miedo a la soledad me invade. En este momento, desearía poder llegar, y abrazarte y que con tu abrazo se secaran todas mis lágrimas, mas la razón gana al corazón y me dice que puedo llegar a secarme que mi corazón nunca dejará de llorarte y desearte cada vez más.