lunes, 3 de octubre de 2011

Ecos del ayer

Y ahora ya sólo queda el eco de todo lo que fue. Solo se oye ya el eco del arroyo por el que se encaminó mi vida, por donde todo iba bien. Se oye el eco de los pasos que dimos juntos, de las noches que bailamos hasta agotarnos, de las carreras para vernos, de los pasos a tientas para sorprender...Ya solo queda un ligero eco de nuestras sonrisas inocentes, de nuestros besos mudos, de los latidos de nuestros corazones al hallar la calma junto al otro.Queda un leve pero intenso reflejo de aquellas miradas, tan llenas de deseo, de miedos, de inseguridades, miradas repletas de confesiones, de ganas de escribir una nueva y única historia, solo de los dos. Al fondo se aprecia el eco de tantos y tantos "te quiero" y también de reproches absurdos que perdían toda seriedad tras el beso que nos dábamos después. Aún danza en mi mente el eco de nuestras canciones, esas que nos hacían unirnos aún más, que nos hacían bailar como idiotas, que servían de excusa para hacer un rato el tonto o para hacernos la más sincera declaración de amor. Ahora, que de repente todo se ha vuelto silencio y soledad, aparecen las lágrimas y el desconsuelo cuando se cruzan los ecos de todo lo que un día fue. Sólo me queda volver a encauzarme en ese arroyo, para volver a coger velocidad y volver a generar sonidos, que algún día serán, de nuevo, ecos del pasado.

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