domingo, 3 de octubre de 2010

La razón gana al corazón...

Esta tarde, sentada en mi cama, leyendo un tema del que me examino mañana, solo pienso en ti, solo se que me importas tu.
Por eso a penas hablo cuando me preguntas que tal, no soy capaz de pronunciar más de dos palabras seguidas sin temblar. Por eso algún día parecí tonta cuando me hacías hablar delante de todos. Siempre me dijiste :”eres buena” pero también me decías: “hay algo que se puede mejorar, pierde tu miedo y serás la perfección”. Ojalá supieras que mi mayor miedo eres tú, que cuando te veo me pongo nerviosa y me sudan las manos. Tú me repites una y otra vez que no pasa nada, que esté tranquila, pero no puedo.
No puedo estar tranquila cuando cada vez que pasas, sea donde sea, solo espero que me dediques una mirada, aunque solo sea de una milésima de segundo, porque esa milésima de segundo, me hace saber que existo, que para ti existo. A veces me tiras un beso y todo, se que me aprecias, se que me quieres, pero nunca será como yo quiero. Te tengo, lo sé, eso es importante.
Me hace feliz recordar que algún día tu contaste conmigo, que algún día fui un apoyo para ti, mas ahora eso solo incrementa mi tristeza y mi dolor al pensar y confirmar, que ya nada es así.
Cada vez que te veo sonreir, o hablar, yo imagino tus labios besándome a mi. Cuando te veo escribir, abrazar o simplemente gesticular con las manos, yo me las imagino recorriendo mi cuerpo.
Nunca pude llorar por ti, nunca quise ser como todas las mujeres son, que cuando el miedo las acobarda lloran, yo no lo hago, yo huyo y me escondo, eso me convierte en alguien más cobarde aún.
Pero ahora, ahora que no puedo abrazarte cada vez que lo necesito y que no puedo decirte que te quiero, ni que me importas, que no puedo contarte que tengo miedo, ahora si, ahora si que lloro cuando el miedo a la soledad me invade. En este momento, desearía poder llegar, y abrazarte y que con tu abrazo se secaran todas mis lágrimas, mas la razón gana al corazón y me dice que puedo llegar a secarme que mi corazón nunca dejará de llorarte y desearte cada vez más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario