domingo, 11 de septiembre de 2011

11-S

Y hoy es el día, ese día, que tras milenios de historia, se ha convertido en una marca negra en el calendario, ya para el resto de los días de todos y cada uno de los mortales que fuimos testigos de aquel día. Son 10 años los que han pasado, y aún duele ver esas imágenes, aún impresionan las imagenes de dos aviones atravesando una de las insignias más emblemáticas de Nueva York. Familias que no son capaces aún de ir a esa "zona 0", miles, millones de vidas destrozadas por aquella fatídica mañana, que empezaba con la misma normalidad de cada día en la Gran Ciudad. La ciudad más viva del mundo, se sumió en un temor tan espantoso, que, durante unos minutos, horas de incertidumbre, contuvo el aliento, con la esperanza de estar siendo protagonistas de una película de ficción, y que nada de lo ocurrido era real, pero por desgracia, la realidad se impuso y mostró al mundo la crueldad que vive en él. Yo aún recuerdo aquel día, mis ojos de tan sólo 7 años eran testigos, con imágenes en directo, de como se sembraba el pánico en el mundo, de cómo dos aviones, llenos de pasajeros impactaban y atravesaban las dos grandes torres de Nueva York. Imágenes tan increíbles como gente saltando desde un 10º o un 20º piso, incrédulas palabras de Matías Prat, sin saber si quiera qué decir, nadie daba crédito a lo que estábamos presenciando, y de repente, todo se vino a bajo, los dos grandes monstruos de Nueva York, con tantas y tantas vida en su interior, se desplomaron cual torre de naipes. Mi mente de niña, que el derrumbamiento más grande visto hasta el momento había sido el mi casita de la Barbie cuando mi hermano llegaba y arrasaba, no concebía el drama, ni todo lo que esas imágenes significaban en la vida de tantísimas personas, en la vida de un país, en definitiva, en la vida de un planeta. Hoy, 10 años después, he querido volver a ese momento, como si acabara de suceder ahora, y se que hoy, una década después, que se dice pronto, quiero que nadie se olvide de todas las personas, que por desgracia son demasiadas, protagonistas de aquel día. Hablo de todos los que estaban en las torres en ese momento, bomberos que también perdieron la vida durante los primeros minutos al llegar a la zona 0 e intentar al menos comprender la situación mientras daban cada vez un paso más hacia el infierno. Hablo también de todos aquellos que han hecho que de esa zona, solo quede el recuerdo, todas esas personas que tuvieron que adentrarse dentro de tantos y tantos escombros para poder dar a cada familia el cuerpo de sus familiares para poder darles sepultura con dignidad. Hablo también de policías, sanitarios, medios que estuvieron en aquel momento presenciando tal horror, hablo del mundo entero, que 10 años después seguimos recordando a todas y cada una de las personas que perdieron allí la vida. Los años pasan, pero la historia no se olvida.

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