jueves, 4 de agosto de 2011

Solo quererlo.

Y hoy se me va a ir la cabeza. Voy a dejar que todo suceda, no voy poner puertas al viento, voy a dejar de buscar a la suerte para que me encuentre ella a mi, voy a saltar al vacío para que si alguien me aprecia lo llene antes de perderme. Voy a poner música y no voy a dejar de bailar, ni aunque sea tarde, ni aunque me duelan los pies, pienso seguir bailando durante horas, toda la madrugada. Saldré a la calle, y bailaré, miraré la luna, la saludaré, y sonreiré para ver quien de las dos ilumina más la calle. Voy a grabar mi nombre en una acera cualquiera, pasaré dentro de años y recordaré el día en el que decidí empezar a vivir. Te escribiré una y mil cartas, cartas que nunca te daré, o tal vez si, pero no ahora, te las daré cuando crea haberte dejado de amar, para comprobar entonces si es verdad o no. Empezaré a levantarme con el Sol, para disfrutar al empezar a notar su calor, para poner junto a él las calles y despertar a toda una ciudad. Cada mañana, cuando suene el despertador, no voy a hacer perezas, voy a levantarme, lavarme la cara y empezar a sonreír como si mañana no pudiera volver a hacerlo. Voy a caminar sin pararme, pero despacio, para no perderme ningún detalle. Cogeré la bici y pedalearé hasta donde mis fuerzas me lleven, cada día en una dirección distinta.
Nunca creeré tenerlo todo controlado, porque siempre vendrá el viento de otro lado, simplemente cogeré el timón y lo dirigiré con el corazón y con las ganas de vivir cada día un poco más.

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