miércoles, 3 de abril de 2013

Una legua en tu pupila


Incesantemente, la idea que atormenta mi ser no es otra sino la de que tu y yo somos personas completamente diferentes, que nuestros mundos o nuestras mentes poco o nada tienen que ver. Me tortura la idea de pensar que eres alguien fuera de mi alcance, un sueño precioso, una falacia que roza la demencia de una loca. No creo que sea cuestión de idealización decirte que eres un ser maravilloso, que nunca antes mi ser se había cruzado en su camino con un alma tan pura como la tuya. Tienes tanto que... que me da miedo. El miedo me paraliza si pienso en compartir una vida juntos y que no encontremos aquello que nos una, que se produzcan más silencios de los debidos, mejor dicho, que se produzcan silencios incómodos, que siempre vueles más alto, que nunca pueda alcanzarte y no estés dispuesto a esperarme o enseñarme a volar tan alto. Me siento completamente insignificante si pienso en todo aquello que me aportas y, en cambio, no se me ocurre nada que yo pueda aportarte, no soy capaz de encontrar algo de mi ser que pueda completar o engrandecer el tuyo.
No tengo ni idea de cómo sería una vida juntos pero, si de algo estoy segura, es que si resulta ser tan extraordinaria como resultan ser los momentos que hasta ahora compartimos, no quiero ninguna otra oferta, ninguna otra alternativa... no quiero nada que no seas tú. Todas las noches desde que te conozco, cuando me siento en el escritorio, enciendo una vela. El incesante vaivén de una pequeña legua de fuego sosiega mi alma. La presencia de una pequeña vela aporta una luz cálida a mis largas, frías y solitarias noches de desvelo recorriendo tu sonrisa grabada en mis pupilas. Al mirar la pequeña llama bailar en la oscuridad, tu figura viene a mi, sutil, ligera, sencilla, delicada y extrañamente contundente. Si hay algo que mi alma anhele, por encima de todo, es ver el reflejo de una legua en tus ojos mientras nuestros cuerpos se aman en lo que fueron desvelos y delirios nocturnos.

2 comentarios:

  1. Ya que yo siempre digo que me gusta que me digan si las cosas que escribo gustan o no, creo que es hora de predicar con el ejemplo.

    Y creo, simplemente, pienso que es BRUTAL. Si cuando cagas sale algo tan precioso e increible como esto, hija mia vende tu mierda porque vale oro.

    Gracias por deleitarnos^^

    ResponderEliminar
  2. Umm... interesante opinión la tuya. Prometo que, a partir de ahora comentaré tus entradas, prometidoo!

    Y bueno, siento decepcionarte y decirte que cuando cago no me sale lo mismo que cuando siento = escribo.

    Graccie a ti por leerme. Sino, de nada valdría.

    ResponderEliminar