miércoles, 26 de diciembre de 2012

¿Por qué solo Navidad?

¡Feliz Navidad! ¿Qué frase/deseo tan bonito verdad? En verdad lo es y lo creo así. Es por ello por lo que me apena tanto escucharla tanto, de tantas personas a tantas otras. Cierto es que muchos son de verdad, que la mayoría de quien lo dice lo dice de corazón pero, ¿cuántas veces, incluso nosotros mismos, lo hemos dicho por educación? ¿Por cumplir? La Navidad está considerada la época más bonita del año, esa en la que la gente, DE REPENTE, se vuelve buena, solidaria y lleva una sonrisa allá donde va. Es agradable, sí. A mí nadie me engaña. Para mi, la época más bonita del año es todo el año, los días más bonitos son cada día. ¿Por qué? Que alguien me diga por qué tiene que ser 10 días al año cuando tengamos que tener palabras bonitas con los demás, cuando tengamos que aprovechar para decir todo aquello que nos gusta de alguien, el momento de regalar sonrisas y abrazos sin motivo, a personas incluso desconocidas. Necesito, al menos, una razón; un buen, repito, BUEN argumento que me convenza de que esta época es especial. Sí, me diréis, es que es nochebuena, Navidad, nochevieja, año nuevo, vienen los reyes.... ¿Y? Sí, es bonito recibir regalos, juntar a la familia, ponerse las botas cenando y comiendo...no os voy a decir que no me guste, pero.. ¿Por qué no hacemos eso cualquier día del año? ¿Acaso es más especial comer con los abuelos el 25 de diciembre que el 20 de abril? ¿Qué diferencia hay entre mostrarse aprecio hoy, en marzo o agosto? A lo mejor es culpa mía, a lo mejor soy yo que, una vez más, me planteo el por qué de las cosas sin deber hacerlo tal vez.
Sea como sea, yo ya he pedido mi deseo de Navidad. Lo llamo de Navidad porque ha sido hoy cuando he salido a la calle, he mirado al cielo, oscuro y tranquilo, he pensado, o mejor dicho, he querido creer que ella estaba allí arriba, cuidando de todos como siempre. Y he pedido el deseo más sincero que creo que he pedido jamás. Es simple, muy simple. Lo único que quiero es no tener que decir adiós para siempre a nadie más, no volver a tener que decir un último "te quiero" a alguien a través de un cristal, rodeada de color negro, lágrimas y dolor, ,sobre todo dolor. Mi deseo es que todos plantemos de una vez los pies en la tierra y aprovechemos cada día, junto a los que queremos, apreciamos o simplemente conocemos. Y hacer de todo el año la Navidad, de todos los días, días en los que tener la oportunidad de decir a los demás cuánto nos importan, sin miedo, sin vergüenza.

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