¿Y si?

¿Y si...? Qué gran pregunta, tan frecuente, tan relativa, tan subjetiva, que es una de las más difíciles de responder. Una y otra vez existen preguntas como: ¿Y si fuera otra persona? ¿Y si pudiera volver x tiempo atrás? ¿Y si hubiera dicho que si en vez de no? ¿Y su hubiera hecho esto en vez de lo otro? Son preguntas que solo sirven para desesperarse, para volverse loca en una espiral de...sería todo tan diferente. El problema de todo esto, es que nunca sabemos si cualquier cambio en cualquiera de nuestros actos de verdad nos produciría ser más felices. Desconocemos las consecuencias y la vida en función de ese ¿y si..? Yo he llegado a la conclusión de que preguntarse una y otra vez esos ¿y si...? es completamente inútil, que tenemos que vivir con lo que tenemos, con lo que somos, con nuestros actos, porque al fin y al cabo todo eso, esas cosas buenas, y esas cosas malas, esos aciertos y esos errores, son lo que nos forman, y algo de lo que jamás hay que arrepentirse es de ser quien se es, porque eso nos da autenticidad, una identidad, y eso, es lo que más valor tiene.